Un paisaje sobrecogedor nos recibe en este parque nacional. Cubierto por raras especies de cactus del genero Copiapoa y con una exuberante fauna tanto terrestre, como voladoras y acuáticas.
Una mañana nublada hace difícil levantarse de la cama,
Un pilpilen negro despega de las rocas en la costa, contrastando el azul oscuro del oceano.
Algunos de los utensilios que se usaron en la época en que esta playa era un puerto importante para las salitreras del norte de nuestro país.
Copiapoa alba es una de las especies de cactus que son endémicas de esta zona, y que necesitan de características climaticas muy específicas para su desarrollo.
Una mañana soleada nos invita a tomar desayuno en las alturas del farellón costero de este parque.
Los guanacos (lama guanicoe) son camelidos en peligro de extinción en esta región. Tuvimos la suerte de toparnos con una manada de siete individuos incluyendo un chulengo (cría de guanaco).
Aqui un "come tocino" se acerca sin miedo a nuestros pies para mostrarnos su increíble plumaje.
El farellón se levanta algunos cientos de metros sobre el nivel del mar,y la niebla proveniente del mar o camanchaca cubre los faldeos de éste, haciendo parecer que estuviéramos en la alta cordillera.
Las diucas posan sobre los copao, y son también las responsables de la reproducción de muchas plantas en la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario